23 ago 2011

Benedicto XVI se despide de Madrid "contento y agradecido"

Benedicto XVI se despide de Madrid "contento y agradecido".

los peregrinos acuden a barajas para pedir a gritos que el santo padre "vuelva pronto"
El Pontífice invita a los jóvenes a difundir "la gozosa y profunda experiencia de fe" que han vivido durante la JMJ.

Madrid. El Papa abandonó ayer Madrid, donde ha asistido a esa "fiesta de la fe" que ha sido la JMJ 2011, "contento y agradecido", además de "realmente impresionado" por cuanto ha visto y oído estos días.

Benedicto XVI expresaba en voz alta su alegría y agradecimiento por lo vivido en Madrid muy poco antes de subir al avión de Iberia que le devolvió a Roma, y que despegó del aeropuerto de Barajas un minuto antes de las 19.30 horas.
A las 19.20 y con el mismo calor que el jueves recibió al Santo Padre, la aeronave de Iberia se alejaba del pabellón de Estado, donde se celebró la ceremonia de despedida, con honores militares de jefe de Estado, rumbo a la pista de despegue, después de que los reyes dijeran adiós al Pontífice al pie de la escalerilla del avión.
Sonriente, muy sonriente, con rostro de satisfacción, el Papa ponía fin a su tercer viaje a España en sus seis años de Pontificado, tras pasar en Madrid cuatro días que quedarán "hondamente grabados" en su memoria y en su corazón, según reconocía el Pontífice en su discurso de despedida, el último de los doce que pronunció durante la JMJ.
"El Papa se ha sentido muy bien en España", insistió el Santo Padre, que agradecía a todos su cooperación y "fina sensibilidad" para hacer posible este "acontecimiento internacional" que ha sido la JMJ.
También tuvo palabras de agradecimiento para los voluntarios que han trabajado duro para hacer posible el evento, para las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y para el resto de personas sin cuyo esfuerzo no hubiera sido posible el encuentro.
En Barajas, ante un numeroso grupo de peregrinos que pese al bochorno y al cansancio quisieron decir adiós al Papa, a quien pidieron a gritos que vuelva pronto, el Santo Padre habló de España como de una "gran Nación" de "convivencia sana, abierta, plural, respetuosa" que "sabe y puede progresar sin renunciar a su alma profundamente religiosa y católica". Y de sus jóvenes que, "animados por la fe de Cristo", aportarán "lo mejor de sí mismos para que este gran país afronte los desafíos de la hora presente".
El Papa invitó a los jóvenes a difundir por los rincones del mundo "la gozosa y profunda experiencia de fe" que han vivido estos días, tan llenos de "gracia y emoción, de dinamismo y esperanza". Y les exhortó a "no desanimarse ante las contrariedades que, de diversos modos, se presentan en algunos países".
Antes de partir, el papa quiso dejar un mensaje muy claro a todos los españoles: "Que los tengo muy presentes en mi oración, rezando especialmente -dijo- por los matrimonios y las familias que afrontan dificultades de diversa naturaleza, por los necesitados y enfermos, por los mayores y los niños, y también por los que no encuentran trabajo".
En la fotografia podemos observar la Vista general del encuentro que el papa Benedicto XVI ha mantenido con los voluntarios que han colaborado desinteresadamente con la organización de la XXVI Jornada Mundial de la Juventud. (Efe)
Fuente: noticiasdenavarra.com

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