19 nov 2013

El drama de la droga y el narcotráfico - 8. nov. 2013



SÍNTESIS DE LA PRESENTACIÓN DE LA DECLARACIÓN
DE LOS OBISPOS ARGENTINOS
EN EL MARCO DE LA 106º ASAMBLEA PLENARIA
"El drama de la droga y el narcotráfico"
En conferencia de prensa en la localidad de Pilar, provincia de Buenos Aires, fue presentada la declaración de los obispos argentinos "El drama de la droga y el narcotráfico".


La presentación estuvo a cargo del presidente de la Conferencia Episcopal Argentina y arzobispo de Santa Fe monseñor José María Arancedo y del presidente de la Comisión de Pastoral Social y obispo de Gualeguaychú monseñor Jorge Eduardo Lozano.

"Este tema compete a todas las regiones pastorales del país. Lo conversamos todos los obispos [a esta Asamblea asistieron 100 obispos de un total de 130, aproximadamente] con mucha preocupación. Por eso pensamos que es importante asumirlo y presentarlo en tono de reflexión y expresarlo a través de una declaración", abrió monseñor Arancedo antes de iniciar la lectura del texto. "Lo vamos a leer con monseñor Lozano, presidente de la Pastoral Social y que trabaja de modo particular el tema de adicciones, droga, narcotráfico con diversas comisiones de la Conferencia Episcopal", resaltó Arancedo.
A CONTINUACIÓN EL TEXTO COMPLETO DE LA DECLARACIÓN:
El drama de la droga y el narcotráfico
Angustias de la sociedad

1 - La sociedad vive con dolor y preocupación el crecimiento del narcotráfico en nuestro país. Son muchos los que nos acercan su angustia ante este flagelo. Nos conmueve acompañar a las madres y los padres que ya no saben qué hacer con sus hijos adictos, a quienes ven cada vez más cerca de la muerte. Nos quedamos sin palabras ante el dolor de quienes lloran la pérdida de un hijo por sobredosis o hechos de violencia vinculados al narcotráfico.
2 - Sabemos que este problema es un emergente de la crisis existencial del sentido de la vida en que está sumergida nuestra sociedad. Se refleja en el deterioro de los vínculos sociales y en la ausencia de valores trascendentes.
3 - Cuando este mal se instala en los barrios destruye las familias, siembra miedo y desconfianza entre los vecinos, aleja a los chicos y a los jóvenes de la escuela y el trabajo. Tarde o temprano algunos son captados como ayudantes del "negocio". Hay gente que vende droga para subsistir, sin advertir el grave daño que se realiza al tejido social y a los pobres en particular.
4 - Es alarmante la expansión de las llamadas drogas sintéticas, que se distribuyen en diversos espacios festivos, y nos duelen las conductas autodestructivas en adolescentes o jóvenes que consumen diversas sustancias.
5 - Lo que escuchamos decir con frecuencia es que a esta situación de desborde se ha llegado con la complicidad y la corrupción de algunos dirigentes. La sociedad a menudo sospecha que miembros de fuerzas de seguridad, funcionarios de la justicia y políticos colaboran con los grupos mafiosos. Esta realidad debilita la confianza y desanima las expectativas de cambio. Pero también es funcional y cómplice quien pudiendo hacer algo se desentiende, se lava las manos y "mira para otro lado".

Necesidad de medidas urgentes

6 - La Argentina está corriendo el riesgo de pasar a una situación de difícil retorno. Si la dirigencia política y social no toma medidas urgentes costará mucho tiempo y mucha sangre erradicar estas mafias que han ido ganando cada vez más espacio. Es cierto que el desafío es enorme y el poder de corrupción y extorsión de los grupos criminales es grande. Pero no es verdad que "nada se puede hacer".
7 - La complejidad de este tema es tal que solo será abordado eficazmente por medio de amplios consensos sociales que deriven en políticas públicas de corto, mediano y largo alcance. Pero perseguir el delito es tarea exclusiva e irrenunciable del Estado. Recogemos también la preocupación por la desprotección de nuestras fronteras, y por la demora en dotar de adecuados sistemas de radar a las zonas más vulnerables.
Lamentamos que el organismo del Estado dedicado a coordinar las políticas públicas en esta materia (SEDRONAR) lleve tantos meses sin tener su responsable designado.

Pasión por el bien

8 - Muchos centros educativos, clubes barriales y diversas ONG colaboran en la educación, prevención y asistencia a las víctimas. Reconocemos gratamente la ardua tarea que se desarrolla desde la Iglesia implementando en las diócesis la pastoral de adicciones, promoviendo la contención de familias, el acompañamiento y la reinserción social de los adictos. Valoramos de corazón el esfuerzo, la dedicación y la entrega de tanta gente generosa que colabora en comunidades terapéuticas. No obstante, como obispos somos conscientes de que no hemos sido suficientemente eficaces en promover una pastoral que convoque y contenga a los adolescentes y jóvenes. A su vez, seguimos alentando la creación de centros de asistencia para quienes sufren la esclavitud de la adicción y les cuesta salir.
9 - Esta situación está dejando un tendal de heridos que reclaman de parte de todos compromiso y cercanía. Jesús nos pide que nos inclinemos ante quien sufre y que tratemos con ternura sus heridas.
10 - San Pablo nos enseña a "tener horror por el mal y pasión por el bien" (Rm 12, 9). Por eso no debemos quedarnos solamente en señalar el mal. Alentamos en la esperanza a todos los que buscan una respuesta sin bajar los brazos:
   A las madres que se organizan para ayudar a sus hijos.
   A los padres que reclaman justicia ante la muerte temprana.
   A los amigos que no se cansan de estar cerca y de insistir sin desanimarse.
   A los comunicadores que hacen visible esta problemática en la sociedad.
   A los docentes que cotidianamente orientan y contienen a los jóvenes.
  A los sacerdotes, consagradas, consagrados y laicos que en nuestras comunidades brindan espacios de dignidad humana.
   A los miembros de fuerzas de seguridad y funcionarios de otras estructuras del Estado que aún a riesgo de su vida no se desentienden de los que sufren.
   A todos los que resisten la extorsión de las mafias.

Que no nos roben la esperanza

11 - Es perverso vivir del sufrimiento y de la destrucción del prójimo. Por eso anhelamos una justicia más eficiente que erradique sin demoras la impunidad. Al mismo tiempo no dejamos de pedir la conversión de los traficantes.
12 - A cada uno de los que han caído en la droga, le decimos con el Papa Francisco: "Puedes levantarte, puedes remontar; te costará, pero puedes conseguirlo si de verdad lo quieres. Tú eres el protagonista de la subida, esta es la condición indispensable. Encontrarás la mano tendida de quien te quiere ayudar, pero nadie puede subir por ti".
13 – No dejemos que nos roben la esperanza, ni que se la arrebaten a nuestros jóvenes. Cuidémonos los unos a los otros. Estemos particularmente cerca de los más frágiles y pequeños. Trabajemos por una cultura del encuentro y la solidaridad como base de una revolución moral que sostenga una vida más digna.

Que el Señor nos ilumine y la Virgen de Luján nos ayude a cuidar el presente y el futuro de la Nación.
106° Asamblea Plenaria
Pilar, 7 de noviembre de 2013
"Esta problemática no está localizada en una región, sino en todo el país. La droga se ha instalado y el narcotráfico está presente", afirmó Arancedo al concluir la lectura de la declaración.

Ante la consulta sobre la postura del episcopado sobre la despenalización del consumo de drogas, respondió Lozano: "Hace unos meses, con la Comisión de Drogadependencia hicimos una declaración que se titula 'No criminalicemos al adicto'. Nosotros entendemos que el adicto no es un criminal. Merece ser tratado como una persona que padece una adicción. Los países que han avanzado en orden a la despenalización sin tener primero una serie de elementos de contención social que implica atención médica, psicológica, una serie de promociones de políticas públicas vinculadas al empleo juvenil y al estudio, lo que han hecho fue promover más el consumo y crecer en la tolerancia social. Nosotros no hemos querido abordar la problemática de la despenalización en este texto en parte porque ya lo habíamos tratado hace unos meses, y porque quisimos centrarnos en la expansión del narcotráfico y del delito. Pero esta es nuestra postura. Los sacerdotes de las villas en una declaración que han hecho sobre este tema decían que la cuestión de la despenalización es de las últimas páginas de un libro para escribir y no de lo primero. Quienes son adictos a determinada sustancia en ámbitos urbanos de poder adquisitivo medio o alto han comenzado por consumos recreativos. El consumo llamado 'recreativo' no es como un deporte que uno puede practicar el fin de semana. El consumo recreativo lleva, tarde o temprano, a una dependencia química. Ese tema lo abordamos en la declaración 'La droga sinónimo de muerte' ".

"No deseamos terminar como México", sostuvo Arancedo y continuó: "y evidentemente no estamos fuera del mundo. Estamos en este mundo y en América. Gente de Colombia, de México nos dicen 'tengan cuidado, no están como nosotros pero tengan cuidado'. Y ya no somos país de paso sino de consumo". En este desarrollo, sumó Lozano: "Corremos el riesgo de ser una Argentina peor. No sé si como México o Colombia. Lo que nosotros señalamos aquí es el riesgo de instalar un sistema de organización social en el cual el narcotráfico tiene una incidencia muy grande y a otros países que han entrado en situaciones semejantes les ha costado muchos años y mucha sangre salir adelante".

"Nosotros decimos que estamos ante un delito" respondió Arancedo ante la pregunta de si los obispos notan una ausencia del Estado frente a esta problemática y agregó: "Y un delito no lo puede combatir un privado. La sociedad organizada a través del Estado tiene una responsabilidad primaria. Por lo tanto, no puede haber un crecimiento de un delito con ausencia de autoridades. Un delito debe ser asumido políticamente por la sociedad a través de sus organismos: justicia, fuerzas de seguridad… Uno ve que falta cuidado en las fronteras, esto nos cuentan los obispos de diócesis de frontera".
Sobre este tema, Lozano agregó: "el control de las fronteras implica varios elementos. Está el control específico del contrabando, el tráfico de personas, mercaderías y sustancias ilegales como también los sistemas de radar y de detección por medios tecnológicos de situaciones de vuelos clandestinos en distintos lugares del país. Notamos que las fronteras están más desprotegidas en estas dos situaciones, tanto de personal especializado como de equipos técnicos que puedan ayudar a resolver este tipo de problemas. Es probable que estas situaciones que estamos describiendo tengan que ver con corrupción de funcionarios".
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