El Párroco en el tradicional ritual del lavado de los pies, realizo el gesto a un Pastor Evangélico y se pidieron perdón mutuamente…

En la Parroquia Asunción de la Virgen Maria, se realizo el  tradicional ritual del lavado de los pies, recuerda un gesto de Jesús antes de ser crucificado. Este jueves, el presbítero Carlos Alberto Merlo Masino  imitó  la escena en el templo parroquial.

Con este rito, originado en una tradición judía de lavarse los pies antes de cenar, se busca imitar lo realizado por Jesús durante la Última Cena, cuando el Hijo de Dios, quien sabía que sería crucificado al día siguiente, se despidió de sus discípulos lavándoles los pies.

Para llevarlo a cabo, Jesús se quita el manto y se ciñe una toalla, según se describe en Juan 13, 1-15, algo que se interpreta como el despojarse de la investidura, la Divinidad, para servir a otros, un gesto que se enfatiza al arrodillarse para efectuar el lavado.

El gesto de Jesús ante sus discípulos fue fruto de su amor hacia los hombres y constituye un ejemplo para ellos, un ejemplo que los hombres deberán seguir, a través del cual busca enseñarles a ser humildes e inculcarles que el amor también significa servicio.

El Padre Merlo Masino, realizo este mismo gesto a 12 ciudadanos de esta comunidad entre ellos El Pastor evangélico Manfredo (Fredy)  Martin a quien luego en el momento de  la paz, explicó que todos los católicos, en la liturgia,  tenemos este momento para reconciliarse con su hermano al que está a la derecha e izquierda  culminar en el momento de la Paz, “yo voy a salirme de lo que es la liturgia y como sacerdote Católico, en nombre de quién sabe cuántos  sacerdotes que pasaron por aquí  o por otras comunidades y quizás tuvieron algún gesto despectivos o palabras malas a otras denominaciones Religiosas, en el persona de mi hermano, el Pastor Fredy Martin, quiero pedirle Perdón”. Luego de este gesto la comunidad presente en el templo, estallo en un fuerte aplauso. Del mismo modo lavo los pies del secretario de Gobierno Municipal Ricardo Alfredo Lockett, el Juez de falta municipal y el de Paz; agentes policiales y civiles. 

Homilia

El Padre Carlos Merlos su homilía dijo: “ La liturgia de la Palabra en éste Jueves Santo tiene dos puntos fuertes: el primero, comprendido por las dos lecturas que anteceden al Evangelio, que gira en torno a la cena de la Pascua judía en cuyo contexto nuestro Señor Jesucristo instituye la  Eucaristía.

Y el segundo, en el trozo del Evangelio que acabamos de proclamar que relata el lavatorio de los
pies. Que no son dos puntos inconexos sino uno la consecuencia del otro.

En las lecturas vemos el mandato del Señor acerca de la comida, una comida ritual como es el caso de la
cena judía, y una cena transignificada como lo es el relato de San Pablo en la 2º lectura. En ambas, Dios se preocupa del alimento de la humanidad cuando se dispone a encarar el desierto, el
lugar de la no vida. Muchas veces experimentamos que la vida cristiana tiene puntos en común con caminar en el desierto, en el que nos sentimos inmensamente solos.

El Padre Carlos Merlo realiza el gesto, lava los pies
 al secretario de Gobierno Municipal.

Es común que el ser humano experimente una profunda soledad, hay quienes hablan de una soledad existencial, lo cual lo hace buscar una
compañía que lo sacie, una compañía que no siempre encuentra, o lo que es peor: muchas vece termina herido, defraudado, desilusionado, por haber puesto las esperanzas en compañías que aparentemente lo saciarían . Esa insaciable sed de estar con alguien que nos complemente y plenifique es el deseo de comunión; un deseo que está impreso de algún modo en nuestro ADN; y que no es ni mas ni menos que la huella que Dios ha dejado en nosotros para que lo busquemos. San Agustín, ese peregrino de la plenitud, cuenta que durante décadas buscó algo que le llenara el alma, bebió en muchas fuentes pero ninguna lo sació sino hasta que encontró en las Sagradas Escrituras la respuesta a su búsqueda, que no era otra cosa que búsqueda de comunión, que es la plenitud del amor. 

En ésta noche en que hacemos memoria de la institución de la Eucaristía, y junto a ella el mandamiento de la caridad, la Iglesia pedagógicamente coloca el texto con el que el evangelista Juan reemplaza el relato de la
institución eucarística. Que es el lavatorio de los pies, sinónimo de servicio.

¿Cuál es la conexión entre eucaristía, mandamiento del amor y servicio? En el anuncio de la
Buena Nueva no encontramos otra cosa que el anuncio del amor de Dios, al cual el hombre con fe ha de abrirse para acoger ese amor. En eso consiste la salvación, en esa radical apertura del corazón a Dios para dejarnos amar por Él, un amor que sana, restaura, reintegra a la comunidad, para que el ser humano viviendo en ese amor con Dios y con los hermanos viva la comunión.

Para fortalecernos en la lucha contra el mundo, cuyo príncipe es el divisor, Jesucristo ha dejado su cuerpo y su sangre para que nos alimente y haga, de aquellos que compartimos un mismo pan un mismo cuerpo, o sea demos frutos de comunión, eso es la Eucaristía. Y al servicio de la Eucaristía, que es su Cuerpo y su Sangre, por lo tanto de la comunión, ha dejado el ministerio sacerdotal.

El Párroco Carlos Merlos lavó los pies a un
 Pastor Evangélico, le dio la Paz  y pidió perdón.

El Señor, porque nos ama y le duelen nuestras divisiones, las cuales mientras permanezcan serán para nosotros un obstáculo para alcanzar la plenitud como hombres y como hijos de Dios; se quedó todo Él encerrado en un trozo de pan, simplemente para que los seres humanos vivamos como hermanos, para que nos amemos… por ello escandaliza tanto la división, y aún mas si se trata entre cristianos.

El servicio de la Iglesia, y en ella del ministerio pastoral, sacerdotal, es un servicio en pos de la comunión, en pos de que los hombres se amen mas y amen a Dios, que es en todo lo que se resume la Buena Noticia que Jesucristo vino a traer, y por ello hacemos el gesto del lavatorio de  los pies en ésta noche.