“…Que los ángeles y los santos de Dios reciban a este hermano nuestro y lo hagan entrar a la casa de Dios nuestro Padre…”Con una emotiva celebración presidida en la Iglesia parroquial “Asunción de María” de Coronel Du Graty, que inició pasadas las 16 del martes 28 de febrero, y que estuvo presidida por el Obispo emérito de la diócesis “San Roque”, Monseñor José Lorenzo Sartori y concelebrada por diez sacerdotes, entre ellos el Presbitero Juan Domingo Barrios, párroco de Du Graty, Gustavo Yatuzis de Sylvina, la comunidad dugratense despidió con hondo pesar a su querido diácono permanente Jorge Ilkey, quien fuera ordenado diácono el 20 de julio de 2007 por el mismo Obispo Sartori.
Como representante de Monseñor Hugo Nicolás Barbaro estuvo presente el Pbro. Jorge Ledesma, quien junto al Cura Párroco, Juan Domingo Barrios, dieron su último adiós litúrgico al consagrado. En la homilía Sartori definió a Ilkey como un hombre de “profunda fe” y de “gran humildad”. En el cierre de su predicación, el Obispo dijo: “Los que pasaron por esta vida haciendo el bien ya pueden descansar de sus trabajos”. Finalmente, los restos del diácono, acompañados por su familia y por una gran multitud que se dio cita, fueron trasladados al cementerio local donde ya su resto reposan y seguramente su alma ya reposa en el Señor
El cura sacerdote de la Parroquia "San Antonio de Padua" de la localidad de Santa Sylvina, padre Gustavo Yatuzis en dialogo con Radio 21 manifestó que:“sus restos descansaran en paz porque Jorge asumió con gran responsabilidad su enfermedad, y quien con el acompañamiento de su esposa, hijos y familiares pudo llevar adelante la quimioterapia y los reposos permanentes en su domicilio”, destacó muy sentido el párroco Yatuzis.
Fuente: Radio Kyrios y Sendero
Como representante de Monseñor Hugo Nicolás Barbaro estuvo presente el Pbro. Jorge Ledesma, quien junto al Cura Párroco, Juan Domingo Barrios, dieron su último adiós litúrgico al consagrado. En la homilía Sartori definió a Ilkey como un hombre de “profunda fe” y de “gran humildad”. En el cierre de su predicación, el Obispo dijo: “Los que pasaron por esta vida haciendo el bien ya pueden descansar de sus trabajos”. Finalmente, los restos del diácono, acompañados por su familia y por una gran multitud que se dio cita, fueron trasladados al cementerio local donde ya su resto reposan y seguramente su alma ya reposa en el Señor
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